Profesiones para una educación inclusiva: el caso de las intérpretes de lengua de signos en la comunidad autónoma de Galicia
DATE:
2024
UNIVERSAL IDENTIFIER: http://hdl.handle.net/11093/7452
EDITED VERSION: https://octaedro.com/libro/practicas-inclusivas-experiencias-y-politicas-desde-la-infancia/
DOCUMENT TYPE: bookPart
ABSTRACT
La educación inclusiva emerge como prioridad de las Administraciones públicas en España, mientras en la práctica múltiples obstáculos impiden el desarrollo de políticas educativas que favorezcan la educación inclusiva de calidad. El alumnado sordo se enfrenta a importantes barreras comunicativas y educativas en sus procesos de enseñanza-aprendizaje, donde las intérpretes de lengua de signos son esenciales. En España, sin desarrollo normativo de la Ley 27/2007, de 23 de octubre, por la que se reconocen las lenguas de signos españolas y se regulan los medios de apoyo a la comunicación oral de las personas sordas, con discapacidad auditiva y sordociegas, no existe una regulación común para esta figura. Las competencias educativas están transferidas a las comunidades autónomas, que actúan según criterios diversos. Se busca conocer la realidad educativa del alumnado sordo en la comunidad autónoma de Galicia desde la mirada de las intérpretes de lengua de signos, así como identificar si sus condiciones laborales y/o los cambios normativos recientes en la comunidad influyen en la inclusión educativa de este alumnado. Con un cuestionario ad hoc de 26 preguntas abiertas y cerradas se extrajo información de las intérpretes de lengua de signos (n = 19) de esta comunidad. Los resultados muestran una profesión altamente feminizada, formada hace más de tres lustros (M = 2004) que no ha recibido información ni formación respecto a las modificaciones normativas (100 %). Observan un profesorado con nula o inexistente formación para atender a alumnado sordo (100 %), colaborador (89,5 %) y receptivo (73,7 %), aunque incómodo al contar con alumnado sordo en el aula (63,2 %). Las intérpretes de lengua de signos no cuentan con formación continua específica para desarrollar sus funciones, no son valoradas y reconocidas como recurso clave para este alumnado y presentan condiciones laborales muy mejorables que pueden estar incidiendo en la calidad de la inclusión educativa del alumnado sordo.