La construcción sensible del espacio privado en el arte: del cuarto propio al cuarto propio conectado

Abstract

Esta investigación pretende analizar y definir la construcción sensible del espacio privado en el arte, desde la modernidad a la posmodernidad. Desde una época analógica a una digital, que viene condicionada por el uso de las nuevas tecnologías. Primeramente definimos la esencia del cuarto propio, lugar por antonomasia del espacio privado, determinado por las cualidades de la “modernidad sólida” (modernidad según Zygmunt Bauman). El hábitat personal es entendido por su capacidad de establecer distancia, recogimiento y por ser productor de roles sociales, de intimidad y de control. También nos detenemos en las construcciones ideadas para el sometimiento de los individuos, el panóptico, que instaura una forma de vigilancia amparada por el diseño del edificio para, posteriormente, identificar cómo se evidencia esta situación en la actualidad bajo la ausencia de acotaciones espaciales, una vigilancia invisible (líquida) que se ejecuta por medio de redes digitales y de las nuevas tecnologías de la información y de la comunicación. Por su parte, el cuarto propio conectado escenifica la inmaterialidad del espacio de intimidad bajo lo inasequible y escurridizo de la “modernidad líquida” (posmodernidad según Zygmunt Bauman). La condición de espacio privado y la noción de intimidad se han visto influenciadas y transformadas por la convivencia con dinámicas globalizadoras, por el sistema capitalista y por los avances informáticos y de las telecomunicaciones, que permiten una comunicación y una interrelación mediada por aparatos tecnológicos, dando lugar a una transformación espacio/temporal, y de manera más específica, un cambio en la forma de establecer las relaciones personales y en la construcción sensible de los lugares para habitar que hemos desarrollado centrándonos en el arte contemporáneo.

Esta investigación pretende analizar e definir a construcción sensible do espazo privado na arte, dende a modernidade á posmodenidade. Dende unha época analóxica a unha dixital, que ven condicionada polo uso das novas tecnoloxías. Primeiramente definimos a esencia do cuarto propio, lugar por antonomasia do espazo privado, determinado polas cualidades da “modernidade sólida” (modernidade según Zygmunt Bauman). O hábitat personal é entendido pola súa capacidade de establecer distancia, recollemento e por ser produtor de roles sociais, de intimidade e de control. Tamén detémonos nas construccións ideadas para o sometemento dos individuos, o panóptico, que instaura unha forma de vixiancia amparada polo diseño do edificio para, posteriormente, identificar de que maneira se evidencia esta situación na actualidade baixo a ausencia de acotacións espaciais, unha vixiancia invisible (líquida) que se executa por medio de redes dixitais e de novas tecnoloxías da información e da comunicación. Pola súa parte, o cuarto propio conectado escenifica a inmaterialidade do espazo de intimidade baixo o inasequible e escurridizo da “modernidade líquida” (posmodernidade según Zygmunt Bauman). A condición de espazo privado e a noción de intimidade viuse influenciada e transformada pola convivencia con dinámicas globalizadoras, polo sistema capitalista e polos avances informáticos e das telecomunicacións, que permiten unha comunicación e una interrelación mediada por aparatos tecnolóxicos, dando lugar a unha transformación espazo/temporal, e de maneira máis específica, un cambio na forma de establecer as relacións personais e na construcción sensible dos lugares para habitar que desenrolamos centrándonos na arte contemporánea.